¿Sabes que con 10 minutos al día puedes mejorar tu vida?.

M. Seligman

El experto en depresión y psicología positiva M. Seligman propuso a un grupo de personas con depresión grave dedicar diez minutos antes de irse a dormir a escribir cuales habían sido sus tres mejores momentos del día. Podían no querer levantarse de la cama, pero tenían que escribir qué tres cosas habían salido bien y por qué habían ocurrido:

“Mi hija ha conseguido el puesto de trabajo que había solicitado porque ha trabajado duro para ser la mejor candidata de todas las personas entrevistadas”

Podían ser grandes acontecimientos como el del ejemplo anterior o no: “Me ha llamado mi amiga Marta para preguntarme qué tal estoy porque es una persona cariñosa y se preocupa por mí”

A los quince días de practicar este ejercicio, comprobó que la gravedad de los síntomas depresivos del grupo había disminuido considerablemente.

Si algo tan sencillo como focalizar en lo positivo nos puede ayudar a combatir la depresión grave: ¿Qué beneficios tendrá reservados para las personas que no sufrimos ningún problema de este tipo?

Equilibrar nuestra tendencia al pesimismo.

Valorar y analizar posibles o presentes problemas es importante para seguir adelante, pero solemos dedicarle más tiempo de lo necesario. Esto genera un estilo de pensamiento pesimista, el cual no solo nos hace más vulnerables de padecer depresión, también nos limita a vivir de manera menos satisfactoria.

Todas las personas podemos beneficiarnos del ejercicio del profesor Seligman. Tanto es así que han ido surgiendo distintas versiones del mismo. Escribir un diario de lo positivo puede tener poco que ver contigo, sin embargo, hacer fotos con el móvil de las cosas que te han gustado del día, puede ser tu estrategia para tener presente los momentos que te han hecho sentir bien. Siguiendo ésta idea ha surgido el reto #100happydays. Consiste en publicar en cualquiera de tus redes sociales diariamente durante cien días una foto de un momento que te haya hecho feliz. Aunque escribir nos ayuda a reflexionar y recordar, esta iniciativa incluye la interacción con otras personas y puede ser una fuente de motivación.

Mi propuesta sigue esta idea: si compartir con otras personas puede ayudarnos a encontrar el momento de “lo mejor del día”, qué mejor forma que hacerlo en persona, aprovechando las reuniones del día a día. Un ejemplo que siempre recuerdo aunque tenga alguna variación, es la escena que aparece en la película Historia de lo nuestro (The Story of us), donde cada miembro de la familia cuenta que ha sido lo mejor y lo peor de su día durante la cena, la excusa perfecta para saber qué pasa en la vida de cada uno.

Piensa, ¿cuáles han sido los mejores momentos de tu día hasta ahora?