Sentirte escuchado y comprendido.
Todos tendemos a sentirnos cohibidos cuando queremos expresar abiertamente cómo nos sentimos y qué nos preocupa.
No queremos que nos respondan negativamente, le resten importancia o ignoren nuestro malestar.

En tu primera sesión de terapia comprobarás que es un espacio para ti, donde sentirte a gusto y seguro para expresar lo que te preocupa.

Describir juntos el motivo de tu consulta
A veces no resulta fácil ponerle nombre a eso que nos produce malestar. Te escucharé con atención para identificar esos pensamientos, emociones y comportamientos que forman parte del problema por el que acudes a verme, así describiremos tu motivo de consulta.

Definir objetivos
Acordaremos los objetivos que deseas conseguir a lo largo de las sesiones. Serán objetivos realistas y dirigidos a mejorar tu calidad de vida.

Al final de la primera sesión
Antes de despedirnos y resueltas las dudas que hayan podido surgir en nuestra primera reunión, concretaremos los aspectos prácticos de la terapia, comentaremos tus impresiones y si necesitas algo por mi parte para que tu trabajo durante las sesiones sea más confortable.