La pérdida forma parte de nuestras vidas.

¿Solo desaparecemos cuando morimos?

Algo tan fundamental en la vida como la creencia de que solo desaparecemos cuando morimos se ha probado errónea. Sólo puedes preguntarte: ¿y ahora qué? Y la respuesta es un gran vacío que intentas llenar desesperadamente sin saber cómo.

Esto es lo que nos cuenta la serie de la HBO a través de las historias de sus personajes: cómo les ha afectado la desaparición y cómo intentan seguir adelante con sus vidas. La culpa, la rabia y la búsqueda de la esperanza son las emociones centrales que hilan las historias de la familia protagonista y parte de las personas que forman su comunidad. Han pasado tres años desde la “ascensión”, así es como llaman al momento de la desaparición, y cada uno de los personajes continua con su vida como ha podido.

Cada uno de ellos nos muestra una historia y una manera de afrontar lo ocurrido de manera diferente: hay quien busca una explicación en la religión mientras que otros rehuyen de ésta, unos no le encuentran significado a la vida y deciden formar parte de una secta existencialista y otros, siguen adelante como si nada hubiera ocurrido notando a cada paso el peso de lo ocurrido.

La pérdida forma parte de nuestras vidas

La pérdida forma parte de nuestras vidas, todos en algún momento perderemos algo, una relación o una persona. Como tal, somos capaces de lidiar con el dolor que implica de la mejor forma que sepamos. No existen reglas que indiquen cual es la manera adecuada de hacerlo y cada persona tiene un proceso de duelo único.

Sí sabemos que dependiendo del tipo de pérdida puede ser más complicado. En este sentido, son más difíciles de superar los casos relacionados con sucesos traumáticos, ya sea por lo inesperado o lo violento de la muerte, y aquellos donde la incertidumbre juega un papel importante como ocurre en las desapariciones y en las declaraciones de muerte jurídicas, cuando no se ha encontrado a la persona fallecida.

¿Por qué es un proceso de duelo complicado?

En The Leftovers los efectos psicológicos de la desaparición son graves, están presentes todos los factores que dificultan un duelo, excepto la violencia: hay pérdidas múltiples (Nora, una de las protagonistas, ha perdido a varios miembros de su familia), parte de los desaparecidos son menores (es más difícil elaborar el duelo de un niño que de un anciano) y la incertidumbre que he comentado previamente de no saber qué ha pasado con los desaparecidos.

Los protagonistas de la serie tienen por delante el reto de aprender a vivir con lo ocurrido. La desaparición no solo implica una pérdida importante en sus vidas, también un cambio radical en su sistema de creencias.

Cuando crecemos en un entorno estable esperamos que nuestra vida transcurra sin grandes altibajos, no estamos preparados para los cambios radicales e inesperados que suponen los sucesos traumáticos.

Uno de los síntomas principales que experimentan las personas que han vivido una experiencia traumática, cómo un accidente que ha atentado contra su vida o la de sus seres queridos, es la sensación y el pensamiento de que el mundo no es un lugar seguro, que poco importa lo que puedas hacer con tu vida si estás bajo la amenaza de que algo tan malo te pueda suceder.

¿Qué puede ayudarles a superar la pérdida?

Uno de los signos que parecen facilitar el proceso de duelo es la capacidad del doliente de afrontar el malestar emocional. Aquellas personas con buenas estrategias de regulación emocional tienen más posibilidades de superar la pérdida sin que ésta afecte significativamente a su día a día durante un largo periodo de tiempo.

Expresar cómo nos sentimos y equilibrar nuestras emociones negativas es un reto para todos, pero lo es especialmente si lo que sentimos es mucho más intenso a lo habitual, como es lidiar con una pérdida inesperada.

En The Leftovers tenemos el ejemplo de Kevin Garvey Jr. , policía y padre de familia. Él intenta seguir adelante estando ahí para las personas que le necesitan, sin embargo, apenas expresa cómo se siente.  Como contrapunto esta su hija adolescente Jill, quien utiliza la evitación cómo estrategia para gestionar lo que siente, no obstante, a medida que avanza la serie podemos ver cómo exterioriza sus sentimientos con personas cercanas en su vida, como son su madre y su hermano. Esto ha ayudado a Jill a llevar mejor el conflicto que tiene con su madre y sentirse esperanzada, capaz de volver a disfrutar de la vida.

Los efectos de la desaparición perduran en el tiempo

El tiempo estimado de duelo, aunque varía de una persona a otra, está entre los seis meses y el año. En este caso, los personajes llevan más de tres años intentando superar las desapariciones. Al final de la primera y durante la segunda temporada vemos como algunos de los protagonistas establecen nuevas relaciones o intentan mejorar las que ya tienen, esto indica que están intentando superar lo ocurrido: crear nuevos vínculos emocionales tras una pérdida es señal de estar elaborando el duelo adecuadamente; sin embargo, cuando sienten que algo amenaza el vínculo de estas relaciones, tienen dificultades para lidiar con el miedo de perder a alguien otra vez o quizás más importante, el miedo a no sentirse seguros en el mundo.

¿Cómo será el final de la serie?

Todavía no sabemos cual será el desenlace de las historias de los personajes, especialmente, aquellas que tienen tintes mágicos o sobrenaturales y que aquí no se han mencionado porque no sabría muy bien donde colocarlas dentro del proceso de duelo. Hasta entonces, podemos disfrutar la dos temporadas hasta la fecha. Una oportunidad para conocer más sobre el duelo en situaciones extremas, sobre todo cómo nos afecta emocionalmente cuestionarnos las creencias más básicas y centrarles de nuestra existencia.