¿Podemos identificar aun psicópata?.

Una vez que descubrimos a la verdadera Amy, cabe preguntarse ¿por qué llega a ese extremo?

¿Quién no ha querido dar un escarmiento, por pequeño que fuera, a quien nos ha herido? Sin embargo, solemos frenar esa primera respuesta de venganza. Muchas personas dirán que es porque las consecuencias pesarán sobre nosotros, yo creo que la razón principal tiene que ver con cómo valoramos las emociones de los demás.

La capacidad de ponerse en la situación de otro, sentirse identificado con lo que piensa y siente es fundamental para poder comunicarnos y entablar relaciones positivas. Si actuamos sin tener esto en cuenta, nos convertimos en personas sin empatía.

Independientemente de los motivos de Amy para actuar como lo hace, su comportamiento deja claro que no le preocupa cómo se van a ver afectadas las personas que la rodean tras su “desaparición”. Parte de ellas se convierten en meros instrumentos para un fin, como Noelle, que más que su amiga era una mujer embarazada de la que servirse una muestra de orina, entre otras cosas.

Las características que identifican a un psicópata.

Este tipo de comportamiento forma parte de las veinte características que se han utilizado para describir e identificar a un psicópata. (Hare, Psychopathy Checklist-Revised. 1991). Otras características incluyen:

Un autoconcepto exagerado. Amy se percibe a sí misma como mejor que los demás. Sus principios son los únicos válidos para decidir qué está bien y qué está mal.

Ausencia de resonancia emocional. Aunque pueda parecer que sus sentimientos hacia Nick son de gran intensidad y en consecuencia la respuesta ante su traición es igual de desproporcionada, la realidad es que dichos sentimientos son superficiales. Su relación se fundamente en “lo que Nick puede hacer por mi” o cómo sus comportamientos afectan a la idea que tiene de sí misma, pero no se basan en la generosidad y el cuidado sincero. Lo que siente su marido solo importa cuando gracias a ello obtiene lo que busca, por ejemplo: su deseo de tener familia resulta lo más útil para mantenerle a su lado, como vemos al final de la película.

La superficialidad de sus sentimientos se hace más notable en la ausencia de culpa o remordimientos. En ningún momento se siente culpable por sus acciones, incluida matar a Desi. Podemos pensar que fue en defensa propia, al fin y al cabo vivía encerrada, sin embargo, hasta en este tipo de casos las víctimas experimentan con gran intensidad un conjunto de emociones que encajan con haber vivido una experiencia traumática. Amy no siente ni expresa ninguna de ellas.

Un historial previo de delincuencia. Nunca ha sido reconocida como criminal pero poner una denuncia falsa es un delito. De nuevo, un escarmiento por haber atentado contra la idea tan elevada que tiene de sí misma: un antiguo novio decide no continuar viéndola y dentro de código de valores de Amy eso está mal y debe ser castigado. Vive ajena a las normas sociales por las que nos guiamos el resto.

Es encantadora. Rosamund Pike interpreta a la perfección ese halo de atracción que tiene Amy. Es ingeniosa, es inteligente, es capaz de mentir hábilmente para que convencerte que es la persona que quieres que sea. Es fácil sentirse seducido por ella.

Hay características que no son tan obvias o no han sido recogidas en la historia: no sabemos si ha tenido problemas de conducta durante la niñez. Otras simplemente no se ajustan, como llevar un estilo de vida parasitario o actuar impulsivamente. Amy ha mantenido su independencia tanto personal como económica y sus acciones, más que impulsivas son frías y calculadas.

La explicación de por qué alguien como Amy se comporta de esta manera sigue en el aire.

La hipótesis más respaldada engloba factores genéticos y ambientales. Estos últimos hacen referencia a experiencias vitales y la interpretación que se haya hecho de éstas, especialmente la educación y relación con las principales figuras de apego. De alguna forma, tanto guionista como director nos han dejado entrever el maltrato psicológico que ha sufrido durante su infancia. Unos padres adorables a ojos del público que obtuvieron el éxito explotando las vivencias de su hija, dejándole claro con cada cuento que la increíble Amy era mucho mejor que la real. No es tan obvio como un insulto o un golpe, pero se considera negligente por su parte el no prestar atención a las emociones de su hija. Es fundamental para asegurar un buen desarrollo emocional, algo de lo que nuestra protagonista claramente carece.

Pese a los interrogantes que siguen sin respuesta dentro del estudio de la psicopatía, hay un aspecto en el que hay consenso, y es que ésta se entiende como un continuo, es decir, todos podemos tener algo de psicópata pero no existe una definición concreta para decidir quién lo es y quién no. Mentir, manipular a otros para nuestro beneficio, conductas delictivas, actuar egoístamente sin considerar el bienestar de las demás personas… ¿Te suena? Espero que no te sientas identificado pero apuesto que has visto en los periódicos a más de uno que cumple estas características. Lamentablemente la psicopatía no es algo tan extraño.